domingo, octubre 12, 2008

España ante el plan de rescate global


Extracto de un thread de burbuja.info de la forera MissMarple sobre España y la crisis financiera:

Todavía no hay nada anunciado y no lo habrá hasta el domingo por la noche, pero ya se puede anticipar que habrá un acuerdo global entre los países del G-7 y la Eurozona para llevar a cabo una acción coordinada contra la crisis. Los rumores abundan sobre los detalles de dicha acción (se habla de más bajadas de tipos, suspensión de bolsas...), pero parece claro que cada país implementará un plan de recapitalización/nacionalización parcial de la banca basado en el modelo presentado en Reino Unido el miércoles pasado por Gordon Brown. Recordemos que dicho plan consistía de tres partes, la más llamativa de las cuales era la toma directa de posiciones en el capital de los bancos por parte del gobierno (nacionalización parcial), como forma de aumentar el capital y la solvencia de los bancos.

En España Zapatero presentó el martes su plan de rescate, basado en el plan de Paulson, que da dinero a los bancos sin demandar a cambio control ninguno. En arás de la coordinación internacional buscada, parece razonable esperar que dicho plan debería ser abandonado y sustituido por algo parecido a lo que hagan los otros países.

La pregunta es: ¿cómo demonios llevamos a cabo un plan para nacionalizar los bancos con problemas si en su mayor parte YA SON PÚBLICOS? Me refiero, naturalmente, a las cajas.
El plan global puede que funcione, o puede que no; pero a España me temo que no va a llegar. El gobierno mantendrá el plan de Zapatero, porque es lo que la banca española desea y ha ordenado; veremos grandes contorsiones lingüisticas por parte de Zapatero, Solbes y demás monaguillos para explicar que su plan, sin ser como los del resto de países, es en verdad lo mismo y coherente, y no hay nacionalización porque nuestra solventísima banca es la única que no lo requiere (tarea fácil, dado el nivel de la prensa española, y si Alonso tiene suerte en Japón, pues no hay más que hablar). Seguiremos adelante con el objetivo de ayudar a la banca a postponer lo máximo posible el reconocimiento de la bajada de precios inmobiliarios (y consiguientes pérdidas), gastando los recursos del estado en el empeño (empeño además condenado al fracaso, como el caso de Japón demostró).

Bienvenidos a Tokio 1992.

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