domingo, marzo 07, 2010

Tipos de enchufes (laboral)


Creo que no digo nada nuevo al afirmar que España es el país del "enchufe". Además este mal endémico recorre todos los estamentos sociales, desde la Jefatura del Estado a los poblados chabolistas. Pero el enchufe, entendido como la obtención de una ventaja sin razones meritocráticas no es algo homógeneo, sino que se adapta en función de las necesidades. Estos son los tipos de enchufe con los que me he encontrado a lo largo de mi vida:

- Enchufe familiar. El enchufe familiar consiste en que una determinada persona concede un puesto de trabajo o una ventaja a otra por el mero hecho de pertenecer a su familia. Existen tres derivaciones para este tipo de enchufe.
  • - Enchufe familiar directo. Suele ocurrir en la empresa privada. Alguién tiene el poder suficiente para contratar a gente y decide que no hay nadie más adecuado para ocupar un cargo que su hijo o su sobrino. El rango abarca desde Ana Patricia Botín a los camellos de barriadas periféricas.
  • - Enchufe familiar indirecto (o por presiones a un tribunal). Suele ocurrir en las administraciones. Es el motivo por el hijos de directores de colegios, institutos, guardias civiles, altos mandos del ejército, etc... siempre sacan sus respectivas plazas a la primera.
  • - Enchufe familiar cruzado. Suelen practicarlo las personas más pudorosas. Consiste en pactar con un amigo la colocación de sus respectivos familiares de manera cruzada, de forma que nadie puede llegar a sospechar que las personas han conseguido sus puestos de manera poco ética.

- Enchufe por pertenencia a sociedades semi-secretas. Es el enchufe de alto-standing, pues es la forma de acceder a los puestos mejor remunerados. Suelen practicarlo los miembros de sociedades como el Opus Dei, la masonería, el Rotary Club, etc... En contra de lo que pueda parecer, no sólo consiste en colocar en puestos de trabajo a miembros de la "hermandad" (al fin y al cabo son un número reducido de miembros), sino en otorgar favores. Claro ejemplo: responsable compras de una multinacional acude a la empresa de un miembro de la hermandad para renovar los equipos informáticos a precios no competitivos.

- Enchufe por pertenencia a partidos políticos/sindicatos. Aunque pensamos que vivimos en una democracia, la realidad se empeña a desmentirlo. Los políticos tienen un enorme poder para repartir cargos de confianza y demás prebendas que no dudan en usar en su propio beneficio. No hace falta que os refresque la memoria, porque día sí día también salen a la luz escándalos de este tipo. En cuanto a los sindicatos, no hace falta decir que son una agencia de colocación para personas afines.

- Enchufe por favores sexuales. Sin duda es el más alimentado en el cine y la televisión. Sin embargo, en la vida real no es tan común. Consiste en que un subordinado presta favores sexuales a un superior con la intención de obtener un ascenso, una subida de sueldo, el despido de una tercera persona, o cualquier otra prebenda que podamos imaginar. El caso más obvio es el de los departamentos universitarios, pero suele suceder en cualquier lugar donde trabajen hombres y mujeres.

- Enchufe por otros favores de índole no sexual. Es el enchufe que se suele conceder a subordinados como premio a sus acciones serviles, que no meritocráticas, hacia sus superiores. Suele ser concedido a personas que han hecho mucho la pelota, que le han hecho el trabajo sucio al jefe o que saben muchos secretos que en caso de ser desvelados podrían suponer un auténtico problema para el que concede el enchufe.

- Enchufe por amiguismo. Se produce cuando las carreras profesionales de dos amigos íntimos se cruzan. El amigo con más poder usará sus influencias para ayudar a su amigo menos afortunado. Ahora mismo me viene a la cabeza lo que Aznar hizo con Villalonga al darle la presidencia de Telefónica. Pero casos como este hay a patadas. De hecho, creo que el Colegio del Pilar en Madrid es toda una referencia mundial en este sentido.

Para el resto de personas, es decir, los que no tienen familiares bien posicionados, no pertenecen a sociedades semi-secretas ni a partidos políticos/sindicatos, no tienen un gran atractivo físico o no estan interesados en usarlo en su provecho y tampoco pueden o quieren hacer la pelota a sus jefes, sólo les queda un camino: dar el callo. Pero no nos engañemos, qué porcentaje de la población estamos en esa situación. Pues eso.

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